martes, 22 de septiembre de 2015

Interesting Aquatic Animals

       El CANGREJO YETI

El cangrejo yeti (Kiwa hirsuta) es un crustáceo decápodo recientemente descubierto en el Pacífico sur; es el primer miembro descubierto de una nueva familia, los Kiwaidae.
El nombre de Kiwa hirsuta es en honor a la diosa Kiwa en la mitología polinesia. El cangrejo es de gran tamaño (mide 15 cm con las pinzas extendidas) y ha recibido el nombre vulgar de "cangrejo yeti" por su color blanco y abundantes sedas. Estas sedas están cubiertas de colonias de bacterias cuya función se está estudiando. Los investigadores especulan que quizás el cangrejo cultiva y come esas bacterias. Su pariente más cercano conocido es el cangrejo ermitaño.tiene hasta 250 crias.

Resulta ser que este voluminoso crustáceo de hasta 18 cm de largo, tiene algunas similitudes con “el hombre de las nieves”. En primer lugar, sus tenazas están recubiertas de unas fibras capilares que conforman una suerte de cepillo compacto; en segundo término, estas sedas o pelos son, como todo su cuerpo, de un puro color blanco.

El resto de su fisonomía está comprendida por una coraza de la que se prolongan otras seis patas o extremidades. Y si bien se lo denomina cangrejo por las semejanzas con el símbolo de cáncer, lo concreto es que su linaje lo sitúa entre la casta de las langostas.

Con respecto a sus patas peludas, los biólogos estudian cuáles podrían ser sus funciones vitales. A sabiendas de que nada es casual en la naturaleza, excepto la naturaleza misma, el sentido de las sedas o fibras que se prolongan suaves en las pinzas del bicho acuático podrían tener que ver con tareas de jardinería.

Es decir que al parecer, el Cangrejo Yeti cuenta en sus brazos con un criadero de bacterias, de las que se sirve a la hora de la cena. Si fuese así, se trataría de un animal sumamente práctico. En todo caso, las bacterias existen y están establecidas en las tenazas del individuo. Lo que resta determinar es la específica finalidad de las mismas.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario