lunes, 9 de noviembre de 2015

Interesting Mammals Animals

OKAPI


El okapi o ocapi (Okapia johnstoni) es un animal muy peculiar. Cuerpo corto y compacto, con el dorso descendente como el de la jirafa pero con su cuello mucho más corto. Patas largas. Orejas muy anchas y cuernos cortos dirigidos hacia atrás. Color castaño oscuro. Lados de la cara gris claro. Muslos y nalgas con marcas rayadas blancas y negras. Cola corta acabada en una pequeña borla.



El okapi fue ignorado en Occidente hasta 1890. Henry Morton Stanley, que exploraba las riberas del río Congo por mandato del rey de Bélgica, dejó escrito en su diario lo extraño que le resultó ver cómo los nativos de la parte norte del futuro Congo Belga no mostraban el menor asombro ante los caballos que llevaba en su expedición. Interrogados por el explorador europeo, los nativos de la tribu Wambutti dijeron que en las selvas de la zona habitaba un animal similar a ellos pero de menor tamaño, el o’api. Los relatos sobre este misterioso animal empujaron al inglés sir Harry Johnston a preparar una expedición que fuera en la búsqueda de una posible especie ignorada por la Ciencia, la cual remontó el río Congo en 1899. Jonhston pudo saber por los Wambutti que el o’api era un animal similar a un asno de color pardo-rojizo con rayas blancas y negras en las patas y cuartos traseros. Inicialmente pensó que se trataba de una posible especie desconocida de cebra, pues no se conocía la existencia de ninguna en esa parte de África (ni, de hecho, ninguna cebra que viviese dentro del bosque tropical).



Características

El okapi o ocapi es un mamífero con caracteres bastante peculiares y sorprendentes: sus proporciones vienen a ser como las de una mula. Mide 60 centimetros de altura y pesa unos 275 kilos. Las orejas son largos y el labio superior es alargado y prensil. Su larguísima lengua le permite coger las ramas tiernas y la fruta de los árboles. 
Sus grandes orejas, muy movibles, tienen el sentido del oído muy agudo. El olfato está bien desarrollado. Se defiende a coces y la luz intensa parece asustarle. Su pelaje es terso, aterciopelado, y sólo en la frente, encima de los ojos, hay mechones de pelos cortos. Pie con dos dedos, como la jirafa, provistos de pezuñas.


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